Ciclovía Josefina, Una forma diferente y atractiva de transporte.
Me puse feliz cuando vi que estaban pintando la calle para hacer una ruta de bicicletas en la ciuidad. ¡Al fin la esperada ciclovía estaba lista!
Me dije al oído, no más pretextos, ahora si voy a ir al trabajo en bici. Lo había dicho tantas veces, y no lo había cumplido. Ahora tenía el plato servido sobre la mesa, y estaba ansiosa por probarlo.
Un nuevo estilo de vida
Debo confesar que me tomó tiempo dar el paso y lanzarme al abismo. Según yo era por temor a no ser respetada como vehículo, y a toda la preparación que debía tener antes de salir: La ropa de ciclismo, guantes, casco, el tener que bañarme en la oficina, llevar el cambio de ropa, las lluvias, el sol, andar sola, ay no! mucha cosa... Pero todo eso eran excusas que básicamente se convertían en una sola frase: Pereza y falta de voluntad.
Me tomó meses decidirme, pero al fin arranqué. Estaba un poco nerviosa porque no tenía detreza ni condición física, pero ¿quién dijo que Egan Bernal o Richard Carapaz nacieron siendo campeones? Pues bueno, ahí estaba yo, con mi proeza en pequeña escala de simplemente llegar al trabajo de un modo saludable.
Despegué, y en el primer pedalazo casi pierdo el equilibrio, a lo que disimulé con una maroma, y como en un acto de cuerda floja me enderecé con elegancia y para llegar a la renombrada ciclovía. Entre San Pedro y San José, es como una ciclovía imaginaria. Alguna vez estuvo pintada, y ahora solo se ven restos de lo que fue una vía para bicis. Por suerte solo tomé unas cuantas cuadras de la ciclovía invisible para luego llegar a la del centro de San José, que esta si está bien señalada.
Con un porte de conocedora y una mirada de seguridad plena, me fui suavemente pasando marchas para ir domesticando la bicicleta. Era obvio que se notaba mi inexperiencia y torpeza al pedalear, pero no me detuve.
La seguridad primera
Ya en plena vía, la verdad me sentí segura. Está bien marcada y se viaja a gusto. Me sentí como de paseo por el malecón. Los carros respetaron el espacio designado, fui a mi ritmo, despacio y muy precavida, sobretodo por aceptar que carecía de "horas vuelo", es decir, práctica y habilidad.
Si vas tranquilo, en tu carril, manteniendo tu espacio y siempre vigilante, no deberías tener problema. Hasta ahí vamos bien. Pero... se terminó la ciclovía y empezó el carril compartido. ¡Ay mi Dios! A tomar impulso para no atrasar el tráfico que viene detrás mío. Pues si, en estos tramos compartidos si hay que avanzar rápido y cauteloso porque a la mínima congestión vehicular que causés, tendrás madrazos garantizados de los conductores que están desesperados por llegar a su lugar de trabajo. Así que plato grande y piñón intermedio para andar ágilmente sin cansarse.
¡Uff que condición más deplorable tengo! Por suerte existen los semáforos que me daban tiempo de reponerme, tomar aliento y agua para seguir.
Mientras iba pensando en mi escasa condición, respiraba más profundamente, a ver si esa bocanada de aire me pudiese dar un empujón para llegar a mi ansiado destino.
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Ahí voy
Iba repitiendo lo que me decía mi profe de aerobics: Inhale, exhale... Inhale, exhale... Hasta que finalmente se acabó el carril compartido. Ya no hay nada que me resguarde, y aquí voy yo entre este hormiguero de carros y buses, en plena hora pico, por el centro de San José. ¿Quién me mete a mí en esto? Yo, ¿una cuarentona en esta maraña de autos completamente detenidos? Me armé de valor y en un zigzageo me fui adentrando y colando entre los vehículos, siguiendo a los expertos motociclistas, ahora mis compinches!
La satisfacción llegó cuando vi a todos los conductores sin salida atrapados en sus "super naves", mientras yo me escabullía entre ellos dejándolos atrás. Jajaja, yo en bicicleta voy a llegar primero, y ellos esclavos del carro, siguen atados al asiento. Ese sentimiento no lo cambio por nada. Tanta gente que podría viajar en bici, que van en rutas cortas, que en las empresas en las que laboran les habilitan ducha y que no lo aprovechan. ¡No saben de lo que se pierden!
Crucé la línea del tren, pasando por el embotellamiento que me dio ventaja de avanzar con seguridad entre ese enorme parqueo vehicular, hasta llegar a la zona residencial de Sabana Sur. Que alivio, una calle ancha, más segura y espaciosa... ya llegué. Sin contratiempos, en 30 minutos de cabo a rabo. Nada mal para una principiante.
El bici - una alternativa
Afortunadamente trabajo en una empresa comprometida con las energías limpias, así que contamos con bici-parqueos y una ducha habilidada para empleados que lleguen en ese medio de transporte. Tranquilamente tomé un baño y a las 08h00 estaba sentada en mi escritorio, fresquita como una lechuga y de muy buen ánimo rindiendo en el trabajo.
¿Porqué te comparto mi aventura? Quizá en el país donde vives, viajar en bicicleta es algo de todos los días, ya sea para ir a tu trabajo o para desplazarte de un lugar a otro, pero aquí en Costa Rica es algo nuevo y poco a poco ésta práctica se está haciendo más común. De hecho, el viaje lo disfruté tanto que me pareció que sería una experiencia agradable para quienes estén en San José de visita y les gustaría conocerlo utilizando la bicicleta como medio de transporte.
Ahora ésto es posible gracias a las Omnibicis. Son bicicletas eléctricas de alquiler por un precio justo en San José.
La hora cuesta ₵600.00 (seiscientos colones o $1,04 aproximadamente) y se cobra por minuto. Las bicicletas funcionan con una aplicación en la que podrás ver donde hay bicicletas disponibles, arrendarlas desbloqueándolas através de un código QR mediante tu teléfono móvil. Por el momento están funcionando en el centro de la capital y alrededores, desde Santa Ana, Escazú, hasta San Pedro y Curridabat.
Es una opción más para evitar las presas de la ciudad. Hay estaciones definidas “Omni-Spots” en varios puntos del centro urbano en donde hay un pequeño conglomerado de bicis disponibles, además de que en la propia App también podrás encontrar bicicletas que otros cleteros han dejado en diferentes sitios para el uso de un nuevo cliente. Buscá cual es la que está más cerca tuyo y simplemente la desbloqueás y te la llevás.
Muchos Omni-Spots están cerca de Universidades, restaurantes, bares, cafés y supermercados de conveniencia. Muy al alcance de todos.
Todo esto se resume en que hay otras formas saludables de moverse en la ciudad, la cual te permite disfrutar de los principales atractivos que ofrece, experimentar una aventura diferente y apreciar la ciudad de San José de manera saludable
Beneficios de utilizar la bicicleta para movilizarse
- Hacés ejercicio
- Es un medio de transporte libre de CO2
- Te toma el mismo o menos tiempo que el bus, tren o carro.
- No gastás dinero
- Nunca tendrás que lidiar con el congestionamiento vial
- Aprovechás el tiempo de traslado en algo saludable
- Anti estrés
- Relajante
- Andás de buen humor
- Dormís mejor
- Te da salud mental
Continuando con mi experiencia, el regreso a casa fue un poco mas duro por ir pendiente arriba. Pensé que iba a ser un gran reto, pero me fui tranquila, a mi paso, tomando el mismo camino hasta alcanzar de nuevo la ciclovía de vuelta, tomando calles menos transitadas para evitar cualquier accidente, y en 40 minutos estaba de regreso en mi casa, lista para estirar los músculos y luego darme una ducha. Quedé muy relajada, y esa noche dormí profundamente.
¿Cómo hacer en la época lluviosa por las tardes?
¿Cómo no mojarse? Todo es actitud positiva. Si a la hora en que harás tu recorridoestá lloviendo, tomo otro tipo de transporte como el tren o taxi por ejemplo o simplemente disfruto de una buena taza de café en algunas de las cafeterías de la capital hasta que pueda salir de nuevo a disfrutar del paisaje urbano. Soluciones hay, es cuestión de adaptarse al entorno.
A veces nos cuesta dar ese primer paso, pero una vez que uno se anima y vence sus propios miedos, te das cuenta que no era tan dificil. Los obstáculos nos los ponemos nosotros mismos. Son barreras que no nos dejan crecer como personas. Así que animate, mirame a mi, sin experiencia y ahora presumo de viajar en bici al trabajo al menos dos veces por semana. No esperés más, y empezá a usar mas la bici como tu medio de transporte, no te vas a arrepentir.
Si querés consejos para viajar en la ciclovía, o para conocer más acerca de la ruta de San Pedro a La Sabana, contáctanos a
¡Te invito a bajar la app OMNIBici y empezá a disfrutar San José de otra forma y a moverte saludablemente!
Foto: La Nacion
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Ciclovía Josefina, Una forma diferente y atractiva de transporte.
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